¿CÓMO CONSEGUIR EL ÉXITO?

Para empezar, tengamos en cuenta que el éxito es para muchas personas un reto y también un motivo de insatisfacción. La sociedad a menudo juzga y valora a las personas en función de su éxito. Un éxito que, en su definición, recoge unos estereotipos inalcanzables para la mayoría de la población.

Cuando nos referimos al éxito, muchas veces pensamos en factores económicos: en número de seguidores en las redes, en lo físico, en reconocimiento social, en bienes materiales, en sofisticación o en haber alcanzado los objetivos planteados. Y lo que realmente es fuente de insatisfacción es vincular el concepto de éxito con felicidad.

Desde un estilo de vida donde ser feliz es sinónimo de que las cosas salgan como quieres y donde la opinión positiva de los demás es la clave, el concepto de éxito es individualista. La comunidad sólo cuenta en la medida en que sirve para confirmar los resultados.

Sin embargo, cuando ponemos el foco en nosotros como personas, como seres completos, el término éxito comporta un cambio de mirada. Desde esta perspectiva, implica detenerse y tomar conciencia de lo que yo necesito en conexión con mi esencia. Es decir, implica preguntarte: ¿qué valores para mí están presentes si tengo éxito?

Y, entonces, ocurre que poniendo el foco en nosotros fácilmente aparecen falsas creencias que limitan y dificultan nuestro crecimiento y el camino al éxito. Si quieres saber qué creencias limitantes tienes, escribe qué ideas tienes del éxito. Observa las frases escritas, identifica con quien las asocias (de la familia, escuela, amistades…) y pregúntate cómo te ayudan estas creencias, de qué te protegen y qué función positiva tienen en tu vida.

Este es un ejercicio que acaba dando luz a la forma en que nos relacionamos con el éxito y de rebote, con la abundancia.

Hay cuatro pilares intrínsecos en el éxito: disfrute-satisfacción, esfuerzo, compartir y plenitud. Estos aspectos van ligados a 4 puntos esenciales de la persona: perspectivas-expectativas, valores, fortalezas y propósito. Con esta mirada, logramos el éxito cuando estamos en conexión con nosotros y nos sentimos bien tal cual somos. Nada que ver con los estereotipos y juicios que mencionaba al principio.

Si de verdad buscas el éxito, te animo a que hagas un ejercicio inicial de descubrir tus creencias limitantes respecto al éxito y después lleves a cabo el trabajo de introspección sobre un tema en el que quieres tener éxito. Toma conciencia y escribe tus expectativas, los valores y fortalezas que te ayudan a llegar a su fin y define el propósito profundo y esencial que es el motor real de hacerte avanzar. He vivido el proceso y a mí me ha funcionado.

¿Te animas a vivir un futuro exitoso, donde brilles con todo tu esplendor? ¿Cuál es el punto de partida?

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