Desde que nacemos y a lo largo de la vida nos identificamos con unas «Voces», que escuchamos mentalmente. Algunas de estas «Voces» las reconocemos como nuestro comportamiento «natural». Son las que nos han permitido «sobrevivir» a la vida.
Y también oímos «Voces» que no aceptamos y que de alguna manera hemos reprimido porque las rechazamos.
Dar espacio a las Voces significa escuchar todo lo que nos decimos, sin entrar en pensamientos repetitivos. Cuando nos escuchamos interiormente, tanto lo que nos gusta como lo que rechazamos, dejamos de reaccionar ante los retos de la vida, podemos responder de manera responsable y eficaz.
Estas «Voces» interiores están relacionadas con el entorno donde hemos crecido y donde nos movemos. Como si se tratara de un teatro interior, cada «Voz» tiene su máscara, su perspectiva y no la podemos cambiar. Sólo la podemos escuchar.
Todos respondemos a las exigencias sociales, y nos ponemos «máscaras» para salir al mundo. A veces somos hijos, otras veces somos payasos, holligans, complacientes, egoístas…. La lista es interminable. Durante nuestra vida, adaptamos algunas de estas máscaras, las que utilizamos con más frecuencia, y las incorporamos como un arquetipo, un comportamiento que nos funciona para relacionarnos. Con el tiempo lo vamos asumiendo como propio, hasta que llega a ser parte de nosotros mismos. Esta máscara se convierte en una verdad, nos identificamos con el personaje de la máscara y jugamos el papel como si fuéramos actores y actrices en el escenario. Nos desconectamos de lo que realmente somos.
Trabajo con el método «Diálogo interior – Voice Dialogue» ya que aumenta la autoaceptación y autoestima, la habilidad en la gestión de las emociones. ¿Cómo es posible gestionar este diálogo interior? Es posible porque desarrollamos una Guía Interior que aprende a gestionar el conjunto de personajes y las máscaras con los que nos movemos por el mundo.
Aprendemos 3 aspectos básicos:
– tomamos conciencia de nuestra Vulnerabilidad, de nuestra realidad emocional y como comunicar nuestras necesidades sin generar rechazo.
– la Guía Interior se desarrolla y establecemos el equilibrio interior entre nuestros personajes y máscaras.
– dejamos de juzgarnos: todo está bien, nada es incorrecto.
Sencillamente, se trata de aprender a cuidarnos y a responsabilizamos de lo que somos.
