El 2024 nos ofrecerá tarde o temprano posibilidades de crecer profesional y personalmente, sobre todo si estamos con una actitud abierta. Nuestra actitud está totalmente ligada a la gestión emocional y cómo vivimos las circunstancias de la vida.
Así, la gestión emocional es una competencia clave para el bienestar personal y para unos resultados de éxito en cualquier aspecto de la vida.
¿Qué 5 puntos te ayudarán a vivir y tener bienestar?
1. Reconocer las emociones: la clave del autoconocimiento
El primer paso hacia una gestión emocional eficaz es la capacidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones. Discernir y determinar lo que siento es clave. A partir de identificar la emoción puedo tomar conciencia de qué me digo y cómo lo que siento influye en mi comportamiento y toma de decisiones. Darnos permiso para sentir y conocernos nos permite tomar medidas proactivas para vivir de forma constructiva.
2. Comunicación empática: fomentando un entorno colaborativo
La comunicación efectiva es un elemento central en cualquier entorno profesional. La capacidad de expresar nuestras emociones de forma clara y empática, así como escuchar las emociones de los demás, puede crear un entorno de trabajo más saludable y fomentar la colaboración. Para que esto sea posible, es recomendable saber que mostrar empatía no implica estar de acuerdo con la otra persona. Sólo implica tener la capacidad de ponerse en su sitio y expresarnos mostrando comprensión hacia su posición y buscar cómo encontrar puntos en común y acuerdos.
3. Resiliencia: afrontar desafíos con positivismo
La resiliencia es una habilidad que nos permite afrontar los desafíos y adversidades con una actitud positiva. En un mundo profesional en constante cambio, la resiliencia nos ayuda a adaptarnos, aprender de las experiencias y seguir adelante con determinación.
Una persona resiliente se caracteriza porque tiene un buen autoconocimiento, cuida el propio diálogo interior, busca el aprendizaje cuando las circunstancias son complejas, comparte las emociones, relativiza y tiene presente que todo está en constante cambio, por tanto, todo ocurre.
4. Equilibrio trabajo-vida: priorizar el bienestar personal
La gestión emocional también influye en nuestro bienestar personal. La forma y actitud con que trabajan acaba interfiriendo en nuestras relaciones fuera del ámbito laboral. Establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, priorizar el tiempo para el ocio y la recarga personal son aspectos clave para mantener un sano equilibrio.
5. Desarrollo de las habilidades sociales: construyendo relaciones positivas
Las relaciones laborales positivas son fundamentales por un entorno de trabajo saludable. Por eso es importante desarrollar la capacidad de escucha, sin juicio, aceptar un no por respuesta, pedir y dar feedback positivo, respetar la diferencia, buscar espacios para resolver conflictos a nivel individual, evitar mirones, relativizar, corresponsabilizarse de lo que pasa en los equipos de trabajo, generar sinergias y colaboraciones potenciando la integración de todas las personas con las que te toca trabajar.
¿Cuál de estos puntos crees que necesitas reforzar? ¿Cómo mejorar en el aspecto que tienes menos desarrollado? Lo importante es tomar conciencia de lo que podemos mejorar y dar pequeños pasos para ir haciendo pequeños cambios.
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