Necesitamos aprender a convivir con nuestros saboteadores y saboteadoras ya que aparecen con total impunidad y facilidad en nuestras vidas. Son fuente de sufrimiento, incertidumbre y nos hacen sentir indefensos. Sus juicios y sus mensajes son críticos e imperturbables y en ocasiones, pueden ser muy absorbentes. Ante todo, es importante comprender que detrás de todos los saboteadores hay una parte Crítica, con mayúsculas que los gestiona. Por ello me referiré a la Crítica como la comandante de todos nuestros saboteadores. 1. ¿Cuál es el origen de los saboteadores/as? La parte Crítica forma parte de nuestro Equipo Interior y aparece desde nuestro nacimiento. Nacemos absolutamente vulnerables y dependemos como ningún otro animal mamífero de nuestro entorno para desarrollarnos. Y es en este entorno próximo a nosotros donde nuestros saboteadores y la Crítica tienen su principio.
En nuestras familias hay unas reglas, muchas veces no escritas, que con todo afecto o más o menos mano dura, los padres intentan transmitir a sus hijos e hijas: es bueno compartir, ser educado, ser sociable, respetar al otro, cumplir con unas normas, trabajar con eficacia, colaborar, ser solidario/a, ser autónomo/a … y podríamos alargar la lista tanto como parejas educadoras hay en el mundo. Estos principios van quedando grabados en nuestra psique y las aprendemos porque sentimos que en infringirlos perdemos el amor de nuestros padres. Así pues, por la interrelación con nuestro entorno más cercano, cuando somos totalmente vulnerables y de forma inconsciente, se despiertan nuestros saboteadores/as o lo que llamamos Crítica Interior. En nuestra sociedad tiene mucho peso el juicio y ya sabemos cómo puede llegar a ser fuente de frustración y dolor el sentirnos juzgadas por los demás. Nuestra Crítica aparece como guardián de nuestra vulnerabilidad, nace para autoprotegernos de hacer lo que nos puede perjudicar a nosotros o que los demás puedan interpretar y opinar como «incorrecto». Y marca nuestras decisiones, elecciones, incluso nuestro desarrollo personal mientras no seamos conscientes de su poder en nosotros.
2. ¿Cuál es la función de la Crítica en nuestras vidas? Su función básica es protegernos a través de la vergüenza y el dolor. Desde que nacemos captamos emocionalmente la actitud de los demás hacia nosotros. Quiere que nos adaptamos al mundo y que cumplamos los requisitos que nuestro entorno exige. Así pues, aparece en nuestra primera infancia con la función de evitar que suframos al sentir que nuestro entorno nos retira su afecto o nos juzga si no cumplimos sus creencias. La Crítica se toma como función juzgar interiormente con tanta dureza y implacabilidad para que no nos puedan herir desde fuera. Lo que pasa es que la Crítica no se detiene, utiliza un lenguaje duro, implacable y no acepta excusas. Habla con autoridad y le damos este poder ya que llegamos a creer que son opiniones nuestros. No somos conscientes de que vamos por el mundo con las gafas de la Crítica puestas. Trabaja en todas las áreas y tiene la habilidad de mostrarnos y magnificar todos nuestros defectos. Los roles sociales son sus aliados ya que la refuerzan así como la opinión de los demás sobre nosotros/as. Inevitablemente, incide directamente en nuestra autoestima.
Especialmente se pone en marcha cuando somos vulnerables, en situaciones donde podemos ser el centro de atención o en periodos de situación de inestabilidad económica, o cuando estamos sometidos al estrés y a las prisas. Sus momentos más fuertes suelen ser por la mañana o al atardecer. Por ello se recomienda comenzar el día con una meditación o relajación o hacer actividades distendidas antes de acostarse como leer un libro agradable, escuchar música que nos guste o tomar una infusión o algo caliente, técnicas que ayudan a calmar la angustia de la Crítica.
Tanto los hombres como las mujeres tenemos una Crítica que acaba por desestabilizarnos ya que no nos permite ser lo que somos: vulnerables. Generalmente nos enfrentamos a nuestra Crítica como hemos aprendido a hacerlo en nuestro entorno: los hombres, rechazando la vulnerabilidad y las mujeres, buscando el contacto, la aprobación de los demás y manifestando la necesidad de conexión.
Si queremos saber conocer un poco mejor nuestra Crítica es importante escuchar los comentarios que nos decimos y reconocer si son frases de alguien que conocemos, si es la primera vez que recordamos habernos dicho algo así. Generalmente identificaremos que lo que nos dice la Crítica coincide con lo que nos decían nuestros padres o personas cercanas, profesores o amigos. 3. Si trabajo los saboteadores/as o la Crítica, trabajo también mis creencias limitantes. Los saboteadores y por tanto nuestra Crítica responde a su función de evitarnos el dolor de ser rechazados. Por lo tanto actúa en el momento en que no seguimos las creencias que aprendimos desde pequeños o que nuestro entorno actual nos hace creer que son las únicas válidas. Las creencias en que se basa limitan nuestras relaciones y elecciones. Conoce todas las partes de nuestra personalidad: las que intentamos ocultar a los demás, las que no nos gustan y las que nos avergüenzan. Sabe lo que nos angustia o lo que nos hace sentir egoístas. Sabe cuando nos sentimos vulnerables y necesitados. La Crítica conoce nuestras profundidades, los secretos oscuros y lo que deseamos que quede escondido. Si la Crítica se mueve por unas creencias, lógicamente cuando profundizamos el conocimiento sobre ella, estamos directamente actuando sobre nuestras creencias limitantes, muchas de las cuales ni siquiera hemos reconocido como tales.
4. ¿Cómo transformar la crítica de los saboteadores/as en sabiduría? Una vez hemos entendido por qué se pone en marcha nuestra Crítica y en consecuencia nuestros saboteadores, sabemos que en realidad lo que nos dice es: ¡vigila! ¡Estate atenta! Su grito es un reclamo de ayuda a nuestra vulnerabilidad.
Para transformar los comentarios de la Crítica en Sabiduría, el primer paso es escuchar y tomar conciencia de lo que me digo y de mis propios pensamientos. Sabemos que la Crítica está en marcha cuando nos comparamos o sobrevaloramos a otra persona, y que se activa en la relación con los demás. Como nos provoca sentimiento de rabia, mal humor, frustración, cuando nos sentimos así, es un aviso para identificar qué pensamientos nos repetimos. El siguiente paso es aceptar su mensaje, recordemos que quiere protegernos. Si rechazamos nuestros pensamientos o nos decimos: ahora no quiero escucharme, su volumen aumentará y será más persistente.
El tercer paso, una vez reconocido lo que nos dice, como por ejemplo: «ya sabía que saldría mal», «qué patosa», «soy gafe», «no estoy preparada», «como he podido pensar que iba a tener éxito «… .. se trata de lanzar la pregunta: ¿Cuál es la sabiduría que esconde este comentario? O como es en positivo «ya sabía que iba a salir mal»? (Por ejemplo) Simplemente, manteniendo este diálogo interior con nuestra Crítica y discerniendo lo que nos quiere aportar, conectamos con su Sabiduría. Cuando trabajamos la Crítica, por un lado tomamos conciencia de su presencia en nuestras vidas y entendemos su función y por lo tanto tomamos decisiones no por miedo o inseguridad sino desde la libertad y la autoestima. Y por otro lado, al escuchar sus mensajes transformamos los ataques de La Crítica en sabiduría, una sabiduría que sana nuestras relaciones.